Regulación internacional del tráfico y trata de personas
La regulación internacional del tráfico y trata de personas es un fénomeno, que se ha intensificado en las últimas décadas debido a factores como la globalización, el incremento de los conflictos armados y la creciente desigualdad económica ha impulsado a la comunidad internacional a desarrollar marcos regulatorios y mecanismos de cooperación para combatirlo.
Uno de los hitos en esta regulación es el Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños (conocido como Protocolo de Palermo), que entró en vigor en 2003. Este instrumento establece una definición universal de la trata de personas, obliga a los Estados a criminalizar este delito y proporciona un marco para la cooperación internacional en la investigación y persecución de estos delitos.
Además, la regulación internacional exige a los Estados el desarrollo de políticas y medidas que garanticen la identificación, protección y asistencia a las víctimas de la trata. Estas deben incluir, entre otros, la posibilidad de permanecer en el país de acogida, recibir atención médica y psicológica, y tener acceso a la justicia.