Dirección estratégica: integración vertical y horizontal
La dirección estratégica sirve para conocer el entorno en el que se desarrolla la organización: el mercado, la industria, los cambios que se manifiestan en los hábitos de consumo de las personas y, por ello, ayuda a determinar las acciones que la empresa necesita para seguir avanzando, pero con la flexibilidad de adaptarlas o cambiarlas por otras, si la situación lo exige. Otros de los propósitos de la dirección estratégica es fijar objetivos e implementar la metodología, procesos, presupuestos y otros aspectos que la compañía seguirá para cumplir dichas metas. Aunado a esto, la dirección estratégica también controlará de forma efectiva el desempeño de áreas, equipos y empleados, y vigilará el uso adecuado de recursos (técnicos, materiales y energéticos) con que cuenta.
Las estrategias de integración buscan lograr eficiencias productivas que permitan a la empresa ganar en competitividad y en poder negociador con los proveedores, distribuidores e incluso con la competencia. Una compañía puede adoptar diferentes tipos de estrategias en busca de una mayor competitividad y ganar posicionamiento y cuota de mercado.