Inteligencia emocional y juventud: cómo trabajarla
La inteligencia emocional podría definirse como la habilidad para tomar conciencia de las propias emociones y las de los demás, y la capacidad para regularlas. La conciencia emocional es el requisito para poder pasar a la regulación. La autorregulación emocional consiste en un difícil equilibrio entre la impulsividad y la represión. Ambos extremos pueden ser igualmente perjudiciales.
También existe la regulación de las emociones de los demás, en el sentido de que el comportamiento de cada persona influye en las emociones de los demás y por tanto en su comportamiento. Conciencia y regulación emocionales deben considerarse competencias básicas para la vida, ya que la persona que las ha adquirido está en mejores condiciones para afrontar los retos que le plantea. Es decir, son elementos esenciales en la construcción del bienestar personal y social.
Asimismo, en los últimos años la evidencia empírica ha puesto de manifiesto los efectos positivos de la inteligencia emocional en muchos aspectos de la vida. ¿Queréis saber más? En el webinar de hoy os lo explicamos.