Consecuencias de la violencia de género y malos tratos
La violencia de género y los malos tratos representan un problema social. A nivel físico, las víctimas experimentan daños que van desde lesiones menores hasta graves afecciones crónicas, e incluso la muerte. Psicológicamente, trae consigo una prevalencia alta de trastornos como el estrés postraumático, la depresión y la ansiedad. En el ámbito familiar, perturban la dinámica del hogar, generando ambientes cargados de miedo y tensión. Esto impacta de manera negativa en el desarrollo emocional y cognitivo de los niños, perpetuando ciclos de violencia y trauma.
Además, en el plano social, la violencia de género refuerza desigualdades y estereotipos dañinos, erosionando la cohesión y el progreso social. Económicamente, el impacto es igualmente severo. Los costos no se limitan a la atención médica y al soporte necesario para las víctimas, sino que se extienden a la pérdida de productividad laboral y los recursos que la sociedad debe destinar a enfrentar estas situaciones.