
Educación emocional para prevenir conductas de riesgo en adolescentes
La adolescencia es una etapa clave en la que los jóvenes enfrentan cambios intensos y múltiples riesgos: consumo de sustancias, violencia, conductas sexuales sin protección o incluso autolesiones. La educación emocional se ha consolidado como una herramienta fundamental en psicología para prevenir estos comportamientos, al dotar a los adolescentes de recursos para identificar, comprender y regular sus emociones, tomar decisiones responsables, manejar la presión del grupo y fortalecer su autoestima. La evidencia científica es clara: los programas de educación emocional reducen las conductas de riesgo, aumentan el bienestar psicológico y mejoran el rendimiento académico. Como futuros psicólogos o profesionales del ámbito educativo, integrar estas competencias en la práctica clínica y en la escuela no es un añadido, sino una necesidad. Descubre cómo aplicar estrategias basadas en evidencia para acompañar a adolescentes en su desarrollo. Conoce más sobre educación emocional y prevención aquí.













