Enología: descubre los vinos espumosos y gasificados
Sea cava, spumante, Krim, Sekt o champagne, el vino espumoso es un peculiar producto obtenido a partir de la combinación de variedades de uva adecuadas, con los azúcares y levaduras necesarios para producir una segunda fermentación, y al cual una maduración y posterior eliminación de las lías lo prepara para el consumo. Recordemos que las lías son microorganismos, principalmente levaduras, que se producen durante la fermentación y que al morir se acumulan y descomponen en el fondo de los depósitos de vino junto con otras sustancias. También se le conoce como la madre del vino.
Por su parte, los vinos gasificados se elaboran mediante una simple adición de anhídrido carbónico sobre un vino base tranquilo, debiendo estar perfectamente limpio y estabilizado, pudiendo ser blanco, tinto o rosado, seco o dulce.
La principal diferencia entre un vino espumoso y gasificado es que el espumoso genera el gas como consecuencia de la transformación del azúcar en alcohol en una segunda fermentación característica de este tipo de vinos. Sin embargo, en el caso de los gasificados, se añade carbónico de forma artificial y a posteriori. ¿Queréis saber más? En el webinar de hoy os lo explicamos.