La verosimilitud en la ficción
La verosimilitud es la apariencia de verdadero que tiene una realidad que alguien nos presenta. Por lo tanto, decimos que una ficción es verosímil cuando, por más que se trate de hechos inventados, da la impresión de ser cierta. Es importante no confundir verosimilitud con realismo. Y este realismo se refiere a la representación fiel de la realidad. Una historia es realista cuando imita de principio a fin el mundo en el que vivimos.
Pero lo más importante, ¿cómo se logra la verosimilitud en el relato? Pues con diálogos muy realistas, la coherencia de los personajes en sus actos, haciendo que tenga sentido, según el género literario, elaborar una buena descripción. Además, hay distintas tipologías de verosimilitud: la genérica, la empírica, la pragmática y la diegética. La verosimilitud sirve para mantener el equilibrio de la realidad literaria con la extraliteraria, para mantener la credibilidad de lo narrado y, según la verosimilitud, la obra literaria será realista, fantástica o maravillosa. La verosimilitud, en definitiva, remite a la lógica interna de la obra.