Protocolo de preservación y conservación de obras de arte
El protocolo de preservación y conservación de obras de arte es un conjunto de prácticas y procedimientos destinados a asegurar la integridad y prolongar la vida útil de las obras artísticas y culturales. Este enfoque comienza con la evaluación del estado actual de la obra, identificando factores de riesgo como la exposición a la luz, la humedad, la temperatura y la contaminación. Seguidamente, se implementan medidas de conservación preventiva, como el control climático, la correcta manipulación y el almacenamiento adecuado, para evitar daños futuros.
Cuando el deterioro ya ha ocurrido, se procede con técnicas de conservación curativa y restauración, siempre bajo el principio de mínima intervención para no alterar la esencia. Estas acciones requieren la habilidad de especialistas en conservación, quienes aplican métodos científicos y técnicos avanzados. Además, el protocolo enfatiza la importancia de la documentación de todas las intervenciones realizadas, garantizando una referencia clara para futuras acciones de conservación.