Tatuajes: consideraciones según el tipo de piel
Hacerse un tatuaje no es cualquier cosa, ya que para la piel significa una lesión en la dermis a la cual se le introduce un pigmento que, de no tomar precauciones o cuidados, puede ser un grave error. Lo primero que hay que considerar al hacerse un tatuaje es tener una piel sana. Esto significa que, si se sufre de dermatitis, eccema, psoriasis, liquen o lupus, lo mejor es abstenerse y no tatuarse, al menos hasta que el problema haya desaparecido.
Por otro lado, hay que saber que existen áreas más peligrosas de tatuar que otras. Algunas de estas zonas son peligrosas por su sensibilidad, como las que están cerca de las mucosas como la boca, cerca de los ojos, párpados, zona de los genitales, cuello y escote. En este último pueden quedar cicatrices hipertróficas o queloides (una cicatrización anormal de la piel lesionada debido a trastornos fibroproliferativos de la piel). ¿Queréis saber más? En el webinar de hoy os lo explicamos.