Cómo evaluar una sesión de coaching
Evaluar una sesión de coaching requiere el uso de herramientas y enfoques que consideren tanto los resultados obtenidos como el proceso llevado a cabo. Una de las estrategias fundamentales es el establecimiento y seguimiento de metas.
Antes de las sesiones, el coach y el coachee acuerdan metas específicas, alcanzables y mensurables, las cuales sirven como un marcador objetivo del progreso realizado. Además, la autoevaluación del coachee es un método efectivo para entender su percepción de desarrollo y cambio en áreas como habilidades, conocimientos, confianza y satisfacción. El feedback de 360 grados, que involucra la recolección de opiniones de individuos relevantes en el entorno del coachee, ofrece una perspectiva más amplia sobre su progreso. Asimismo, la utilización de indicadores de rendimiento permite medir cambios concretos en el desempeño del coachee.
La reflexión y diálogo promovidos por el coach son igualmente valiosos para el análisis del progreso y las áreas de mejora. Finalmente, una evaluación post-coaching asegura que las habilidades aprendidas se mantengan a largo plazo.
